GANANDO ALTURA

Ayer comenzamos a ganar altura, hacia la cumbre de la isla. El motivo de no haber podido contárselos anoche no ha sido el cansancio, sino la debilidad de la señal para poder conectarnos.....afortunadamente aún quedan sitios en las islas en donde esas cosas tan raras suceden..

Amanece en Los Giles

Tras haber pasado la noche en los alrededores de Los Giles, hasta donde llegamos atravesando la avenida de Las Canteras tras el increíble recibimiento de familaires y amigos a nuestra llegada al muelle de Las Palmas de Gran Canaria, nos levantamos algo frustrados por la falta de Susana, pero animados a continuar. La estrategia cambiaba un poco respecto a días anteriores, debido principalmente al desnivel que debíamos salvar. Así que nos planteamos ir avanzando a paso corto pero constante, disfrutando, parando a tomar café y a comer como berracos.....ah!, ahora al escribir me doy cuenta de que no hubo ningún cambio en la estrategia habitual. Desde Los Giles hasta Teror no hubo parada alguna, una vez en la cuna del chorizo y el donut, nos dispusimos al descanso largo del mediodía, huyendo del calor, aprovechando para reporner alimentos y líquido y disfrutando de la visita de Ferke, quien se acercó en bicicleta hasta Teror.

Visita de Ferke

 Aperitivo calórico

Una vez hidratados y entullidos, nos cargamos las mochilas y continuamos la escalada hacia la Cruz de Tejeda dentro del oscuro túnel de la bajona postpandrial. Entre el cansanciio acumulado, la costumbre del poco desnivel de Lanzrote y Fuerteventura y el calor, la subida fue sufrida, agotadora, tuvimos que emplearnos a fondo.

Acercándonos al final de la etapa

Nos dimos una dosis de cafeína en la Cruz, alguno con dosis de azúcar condensada., y atacamos el último tramo hasta el camapamento El Garañón, en donde nos esperaban Alejandro y Sergio (Gerente y Director Técnico de la empresa), Jorge (monitor) y Raúl (cocinero), para recibirnos con los brazos abierto, y la duchas, y los baños, y la cocina,....Una refrescante acogida que desde aquí agradecemos.

Raúl, a los mandos de la cocina

   Compartiendo cena con Alejandro y Sergio

Hoy estamos en Artenara, ya llevamos un rato en el camino. El calor es el esperado y nos obliga a parar a la sombra durante un buen rato para acometer nuestro último tramo. Hemos decidido acabar nuestro periplo isleño en Agaete por una razón principalemente. Tres islas hemos cruzado, pero siete islas somos (una más si contamos la Graciosa), haber acabado en el sur de la isla nos daba la sensación de estar cerrando una puerta, llegar a un sur que no es, preferíamos acabar entonces en el oeste, mirando a la provincia hermana, ofreciendo un testigo simbólico a la continuidad, ¿quién lo recogerá?, no lo sabemos,quizá nosotros mismos en otro momento, quizá nadie.

Nos vemos en Agaete.