Anoche, al llegar al lugar decidido para pernoctar, el tobillo de Susana estaba tan dolorido que hizo imposible cualquier tipo de manipulación, al dolor se le unió una reacción alérgica que le produjo tal urticaria que el simple hecho de rozarle la piel la hacía ver las estrellas, y no las de la noche precisamente. El cansancio, unido a las lesiones y al estrés de tener que aguantar todo el día la incertidumbre de no saber la gravedad del caso requirió de Susana ayer, y de Yohana el día anterior, un sobresfuerzo digno de admiración.
Acaban de salir las dos hacia el centro de salud de Costa Calma (Yohana también presenta una urticaria parecida en ambos tobillos). En función de lo que les digan tomaremos la decisión que creamos más adecuada. Una cosa tenemos clara, somos un equipo, somos una unidad, así que por el momento, parada una, parados todos. Por ahora lo que hemos valorado es que si Susana responde al tratamiento que le prescriban, esperaremos hasta mañana para continuar juntos. Así que hoy aprovecharemos para descansar y mantenernos a la expectativa.
Nos quedan poco más de 30 km hasta Morrojable, pasando por Cofete. Entonces el barco y a Gran Canaria.
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