Llegar a la Punta de Jandía era destino claro, el lugar de salida decidimos que fuera el Mirador del Río, en Haría. Nos pusimos en marcha hacia las seis de la tarde con la intención de rascar kilómetros durante la noche y testear el carro, logrando avanzar unos 30. Llegamos hechos polvo, por un lado porque la batería del portátil que llevamos tardó en morirse lo que una cáscara en un chiquero (entre que el ordenador era viejo y el frío que hacía…) cuando en las Peñas del Chache intentamos subir la primera noticia al blog , y por otro lado porque lo hicimos realmente cansados, lo que nos hacía dudar de la posibilidad de cubrir 40-50 km diarios, pero pensábamos que cada día sería más fácil porque cargaríamos con menos peso debido al consumo de agua y alimento. El sábado se nos dio mejor en cuanto que avanzamos a buen ritmo, logramos cargar algo la batería del portátil (con la batería de 12V y la placa solar, convirtiendo a 220V con el transformador porque la “piedra” de portátil que cargamos no tenía conexión tipo banana para poder enchufar directamente la placa…..y no sería éste el único problema que nos daría la “manzanita”), publicando algunas líneas y subiendo alguna foto llegamos al puerto de Playa Blanca para coger el barco hacia Corralejo, pero la autosuficiencia se fue al garete cuando nos dimos cuenta, en el mismo muelle, que teníamos una pelota formada en la cubierta izquierda y no teníamos repuesto (lo descartamos por estar estrenando el material)…estaba claro que así no llegaríamos muy lejos. Afortunadamente acabábamos de ver una tienda de alquiler de bicicletas a escasos metros de nosotros y acudimos con la esperanza de que tuvieran cubiertas nuevas de la misma medida y así fue. No compramos una, sino dos….por lo que pudiera pasar. Este sería el primer problema serio que nos sucedería. Una vez en Fuerteventura, avanzamos durante una hora y media más para alejarnos de Corralejo y buscar un sitio tranquilo en el que acampar. Como la noche anterior, instalamos el generador eólico, pero las aspas que llevamos resultaron ser demasiado pequeñas para el viento que hacía y nos pegamos todo el viaje haciendo modificaciones como si fuéramos ingenieros aeronáuticos……y como no lo somos pueden suponer el resultado (siempre nos quedaba mover el generador a mano, como si fuera una dinamo). Las cenas eran el momento más disfrutón de la jornada, de hecho solíamos empezar a pensar en ella desde las cuatro de la tarde, cuando aún nos quedaban cinco horas para comerla. Una vez resuelto el problema de la rueda, aparece el segundo contratiempo grave: perdemos agua. La vemos gotear cada vez que paramos el carro y tenemos la sensación de estarnos desangrando. Creemos que los baches del recorrido, junto a la calidad de las garrafas de agua (la típica de una garrafa de cualquier marca de agua) hicieron que un par de ellas se agujerearan. Además, al ritmo que consumíamos agua (superaba con creces nuestras expectativas iniciales de 40 litros para la travesía) ya íbamos cortos, si encima regábamos el suelo, más nos dolía; de hecho cuando decidimos que debíamos conseguir agua urgentemente (bajo la premisa de no comprar y no pedir) tuvimos que echar mano de un viejo tanque abandonado con agua “ferrujienta” junto a la carretera, de un grifo de agua en una plaza pública, de una mareta y de un naciente donde se abrevaba el ganado en Jandía, sumando entre todas esas aguadas unos 20 litros más, lo que nos llevó a suponer que haber cargado con todos ese peso en el carro desde el principio hubiese acabado con uno de los tres pilares de la travesía: el carro, nosotros o el viaje….. Destacaremos aquí que salimos con los ya mencionados 40 litros de agua, unos 20 kg de comida (para desayuno, picnic de pan negro con paté, y cena, amén de repostajes cada hora a base de barritas y frutos secos y pasados), más el material de acampada (sacos, caseta, cocinilla, caldero, cubiertos, navaja, colchoneta, linterna frontal…), el de obtención de energía (batería de 12 voltios, placa solar, regulador de carga, transformador 12V-220V, aerogenerador) y el electrónico (teléfono móvil con conexión a Internet que daba cobertura al portátil, cámara de fotos y GPS); si a todo esto le sumamos la ropa (cierto es que fue poca) más los 16 kg de peso del carro y las herramientas básicas (parches, palanquetas, cámaras de repuesto, tornillería varia, bridas, cordino, etc., podríamos estar hablando de unos 90 kg iniciales de carga (ahora entiendo porqué llegamos tan hechos polvo al final de la primera jornada... y porqué rompimos el carro). De los detalles técnicos del vehículo empleado no vale la pena extenderse, pese a que no era el ideal (algo que ya intuíamos antes de comenzar), logramos adaptarlo de manera que no pareciéramos costaleros en pleno sufrimiento de semana santa. Sí que hubiésemos preferido uno diseñado para la ocasión, pero dentro de lo que cabe no se nos deshizo por el camino,…bueno, no del todo. Tan sólo echamos de menos un poco más de altura (montaba ruedas de 16”) y que el cajón de carga fuera rígido (la carga se movía y empujaba la lona que terminaba pegándose a la rueda, cuestión que nos hacía parar a menudo para recolocar). Ya el segunda día de travesía nos habían quedado claras varias cosas, entre las que se encontraba la de tener que modificar la ruta inicial que habíamos concebido con la idea de tocar la menor cantidad de asfalto posible. Así fue que nos concentramos en trazar la ruta más corta para llegar al sur, realizando varios tramos por carreteras secundarias en combinación con pistas de todo tipo. Todo ello atendiendo a invertir la menor cantidad de tiempo en cruzar la isla con lo que ello conllevaba (menor castigo para el carro, menos tiempo consumiendo de agua, poder caminar con dignidad si acabábamos). Los días transcurrían emocionantes y disfrutábamos de cada momento, sobre todo de aquellos en los que no tocaba arrastrar….Poder disfrutar de los paisajes por los que pasábamos (la velocidad de avance, pese a que corríamos en todos los tramos en los que nos era posible, permitía fijarse mucho, pero mucho mucho…), de las charlas de todo y de nada, niki-ñiki, de los detalles, de algún imponente guirre (con actitud de buitre, ya que revoloteaba en círculos sobre nosotros como esperando algo), ñiki-ñiki, ardillas, cabras, conejos…..ñiki-ñiki + crack!......tanto placer debía tener un límite. Desde Tiscamanita estábamos escuchando un ñiki-ñiki que no éramos capaces de localizar con exactitud, pensábamos inicialmente que podría tratarse de un poco de holgura que tenían los mangos tras unos cuantos kilómetros, luego creímos que podía tratarse de uno de los tubos que protegían la rueda por el perímetro del carro, hasta que, en una parada para comer algo, nos dio por revisar más calmadamente el carro localizando el origen de la musiquita: se había roto por completo uno de los tubos del chasis. Valoramos la situación sabiendo que podía ser el final de nuestro viaje, pero si algo teníamos claro es que si había que “morir”, sería luchando (qué ganas tenía de escribir esto…), así que nos pusimos manos a la obra vaciando el carro para poder darle la vuelta y desplegamos todos nuestros conocimientos técnicos, y como no nos sirvieron de nada (ni los deportivos de Sergio, ni los matemáticos o los timplistas de José) recurrimos a las bridas, logrando, en un alarde de imaginación, una solución que nos permitiría seguir avanzando (con más pena que gloria) mientras nos manteníamos vigilantes a la evolución de la ñapa (todo ello contando con que no reventara el carro por otro lado; teníamos la sensación de estar haciendo la fudenas con una bici frejus de esas que se vendía en algún supermercado). Muy mal no debimos hacerlo ya que, sin tener que hacerle al carro nada más, salvo tratarlo con cuidado y cariño, logramos llegar esa noche, bajo una luna despistada y marea baja a las impresionantes playas de Jandía y, al dia siguiente al faro de su punta. Una última anécdota. Al paso por Morrojable, lugar de residencia habitual de José, estando callejeando para dirigirnos a la entrada de la pista de tierra que conducía a nuestra meta, nos salió al paso un tal “Sobras”, joven perro de la familia, que pese a los intentos para que volviera a casa (o el perro era sordo o pasaba de nosotros) decidió acompañarnos un ratito, comiéndose los 20 km de pista a la “solaja” más los que hizo extra persiguiendo a todas y cuantas cabras lograba localizar (en ese momento confirmamos que era sordera lo de “Sobras”, porque por más que le gritábamos para que dejara en paz a los animales y volviera, parecía no escucharnos….). Menos mal que el animalito sale a entrenar con el perro…quiero decir que José sale a entrenar con “Sobras”. Haber llegado a la Punta de Jandía no supuso, al menos para mí (y creo que tampoco para José) mayor placer que cada minuto invertido desde la salida. Llegar al faro, más allá de haber alcanzado ese “momento de gloria” no fue más que el momento de parar, descansar y volver a soñar….
martes, 13 de diciembre de 2011
LO IMPORTANTE NO ES EL DESTINO, SINO EL CAMINO.
Hace ya tiempo que ésta sentencia no hace más que confirmarse. Cualquiera que haya tenido un sueño y haya puesto empeño en hacerlo realidad, es posible que al alcanzarlo (si ello fue así) no manifestara mayor alegría que durante el camino seguido para conseguirlo. Una vez leí: prefiero un “lo intenté” que un “porqué no lo hice”. El proyecto “Lanzarote – Fuerteventura: dos islas, una aventura”, más allá del reto deportivo, supuso la alegría, ya no de conseguir siquiera la consecución de un sueño o proyecto, sino, al menos, del placer de intentar alcanzarlo; si además lo consigues…..
La idea de cruzar las dos islas comenzó en su origen como una prueba de larga distancia y a pié, en autosuficiencia alimentaria (usando para ello el conjunto mochilero típico del maratón de las Arenas, en que los participantes llevan todo lo necesario para los días de competición encima salvo el agua que van recogiendo en los avituallamientos). Más tarde surgió la idea de ser el narrador y en primera persona del viaje, en vez de recurrir a Carlos o a Modesto….bastaría con llevar un móvil con conexión a Internet, un pequeño portátil (tipo laptop de esos pequeñitos), una cámara de fotos y un GPS. Para poder alimentar todos esos cacharros haría falta alguna fuente de alimentación, y aprovechando que haría falta pasar por algún comercio para comprar el agua necesaria se podría buscar algún enchufe. Cayó en mis manos una revista vieja del National Geographic (abril 2003) que contenía un artículo de unos científicos-montañeros que iban en busca del antílope tibetano, utilizando para ello unos carros de arrastre (diseñados para la ocasión), enseguida recordé otro artículo leído en algún número de la edición inglesa de la Runners que no se ni cómo llegó a mis manos, que relataba el proyecto de vuelta al mundo en solitario de Rosie Swale, empleando también un carro de arrastre. Todo ello se batió en mi cabeza y se parió el plan definitivo. El carro tenía muchas ventajas, por un lado se podía transportar más material, incluso el agua, con lo que la autosuficiencia sería real, por otro lado se podía llevar algún tipo de cargador solar y, por último, suponía un reto diferente.
Así pues nos pusimos manos a la obra. Tras muchas horas de búsqueda por Internet, José y yo comenzamos a diseñar el carro realizando algunos bocetos, luego acudimos a un par de talleres de soldadura para presupuestarlo. Utilizaríamos ruedas de bicicleta para hacerlo más polivalente, pero el precio que nos daban en los talleres superaba nuestras expectativas, por lo que nos decidimos finalmente por el que usamos, con el hándicap de que la calidad sería menor y la capacidad de carga también (los remolques de carga de bici soportan entre 40 y 60 kg). Una vez con el carro en casa acudimos nuevamente al soldador para que nos hiciera las modificaciones necesarias.
Tras decidir la ruta y calcular todo aquello calculable (etapas, distancia por etapa, litros de agua, comida, material de acampada, herramientas, parches y fuelle....), amén de hacer un curso acelerado de energías renovables y conseguir una placa solar, una batería, un minigenerador eólico, un regulador de carga y un transformador de corriente, decidir la fecha fue bien fácil, aprovecharíamos el puente de diciembre, por ser puente y por ser diciembre (días libres y temperatura adecuada para no sufrir más de la cuenta).
K42 Anaga
Este pasado fin de semana una gran parte del equipo Arista se dio un salto a la vecina isla de Tenerife para participar en la K 42 Anaga Maratón, cuyas dos distancias, de 44 y 21 Km ., tendrían como cancha los bellos parajes de Anaga. Y el salto se tradujo en un nuevo éxito: todos los integrantes del equipo (15) que partieron desde la Plaza del Cristo en la Laguna retornaron a ella sin más contratiempos que los propios de la exigentes pruebas: unos calambritos por aquí, unos tironcillos por allá. Nada que no sepan sobre nuestro duro deporte, pero ya se sabe que sarna con gusto no pica.
En la modalidad larga destacar, ¿y cuántas van?, el primer puesto en su categoría de Laura (siendo además quinta en la general femenina) seguida de cerca por un fichaje de fin de semana recién llegado de la Patagonía Argentina : Valeria, que fue una más del equipillo. Entre los chicos despuntaron Fer (decimosegundo), Rayco (carrerón que se marcó), Carlos González (qué hubiera sucedido si no se deja olvidados los bastones en casa, ¿se los tendremos que esconder?) y Marcos (el dice que es novato en estas lides, pero… ahí están los hechos). Mención especial para Goyo, el de Tejeda, que se enfundó el maillot de Arista e hizo labor de equipo.
En la modalidad menos larga, que 21 Km . son 21 Km ., destacar el decimocuarto puesto de Ferke, completando la exitosa participación Modesto y Dani.
Fotos del equipo gracias a Bichillorunners. AQUI
https://picasaweb.google.com/102259315801162997119/K42Anaga?authkey=Gv1sRgCO78h5Xuj6Kqcw
Fotos del equipo gracias a Bichillorunners. AQUI
https://picasaweb.google.com/102259315801162997119/K42Anaga?authkey=Gv1sRgCO78h5Xuj6Kqcw
martes, 6 de diciembre de 2011
lunes, 5 de diciembre de 2011
¡¡¡Continúan en ruta!!!
El apaño da resultado: nos ha permitido llegar a la playa Risco del Paso, tras la última hora y media de jornada a través de la arena bajo la atenta mirada de la luna. Esperamos llegar mañana a nuestro destino si podemos seguir solucionando los contratiempos. Saludos bloggeros.
Serios problemas mecánicos amenazan la consecución de nuestros objetivos. Hemos sufrido una rotura total de uno de los tubos del chasis del carro. Hemos hecho un remiendo con bridas que parece que funciona, pero llevamos todo el rato por asfalto,ahora estamos en La Lajita y toca un buen tramo de pista en no muy buen estado...la lucha continúa, esta noche seguimos contando y subiremos fotos.
La aventura en peligro
Nos llegan noticias no muy esperanzadoras de nuestros chicos por SMS:"graves problemas técnicos ponen en jaque el final de nuestra aventura, en cuanto encontremos una solución daremos noticias". Esperemos que puedan solucionar los inconvenientes y continuar con la ruta, esperamos ansiosos nuevas noticias.
Comienza un nuevo día
Comenzamos el día con buen pie, no solo hemos conseguido agua!!!(unos 15 litros que cargamos en un grifo de una plaza en Casillas de Morales, además de toda la que quisiéremos en un estanque más adelante), también estamos logrando cargar la batería con la placa solar (ayer nos quedamos sin GPS y lo podíamos encender solo para marcar la posición). Llevamos todos los aparatos con la pantalla al mínimo de brillo para consumir lo memos posible. Nuestros dolores han disminuído y la lucha continúa... Enhorabuena a los titanes y amazonas de la TTT.
domingo, 4 de diciembre de 2011
Día a día de una aventura
Hoy ha sido un día bastante duro para nuestros chicos, parece que el carro aguanta bien pero el principal de los problemas son sus piernas. Sergio decía en broma que la Transalpine Run en la que participó este verano, era un paseo comparado con esta aventura. Y es que tirar del carro se está volviendo una durísima tarea más complicada de lo que pensaban en un principio, tienen las piernas muy fatigadas y a esto se le une el problema del agua. El continuo traqueteo del carro hace que las garrafas se rocen unas con otras y acaben por agujerearse y dejar escapar el agua. Hoy han encontrado un poco de agua estancada y la han recogido para cocinar por la noche, le añadirán yodo (desinfectante) y al caldero. Esta noche piensan desplegar la manta de emergencia a ver si pueden recoger con ella un poco de agua de rocío. El día ha estado nublado y la pequeña placa solar no ha sido capaz de recoger mucha energía con lo que no han podido cargar los aparatos electrónicos (en este tipo de situaciones uno se da cuenta de lo dependientes que somos...). Nos envían estas fotos en la que podemos verlos en uno de sus campamentos y tirando del carro en plena faena. ¡¡¡Ánimo chicos, ya queda menos!!!
Tamadaba Trail Tour
Algunos compañeros del equipo estuvieron en la TTT este fin de semana. Todos consiguieron completar el recorrido a pesar de la inclemencias del tiempo.Aunque siempre decimos que lo importante es disfrutar del día con los compañeros y del recorrido que nos ofrece la organización, es justo destacar al Arista Paco Ricart, quien volvió a refrendar su buen momento de forma subiéndose al tercer escalón del podio de la general en la categoría reina de 45 km. Muy buen trabajo el realizado también por Boro, Fernando, Juanma, e Indi.
Francisco Ricart. Foto de Alberto Cardona.
Que bien estamos ya cenados y calentitos en el saco. Estamos acampados en algún lugar en las afueras de Tiscamanita. Ha sido un día realmente duro, pese a que ya hemos controlado la pérdida de agua, hoy el contratiempo ha estado en las baterías, y no solo las personales. Con el día nublado y con viento insuficiente para nuestro molino, casi no tenemos carga, agotamos el GPS y hemos reservado lo poco que nos queda para su recarga. Esperamos que mañana sea un mejor día en ese sentido. Vamos a ver cómo amanecemos y si encontramos algún viejo aljibe con agua, hoy conseguimos litro y medio que purificamos con yodo y usamos para cocinar. Hasta la siguiente entrada.
Estamos en La Oliva. Después de una buena noche hemos amanecido echos polvo, tenemos dolores y sobrecargas no solo en el carro. Entre anoche y hoy hemos podido avanzar unos 30 km y aún nos quedan horas. Hemos hecho algunos apaños para no perder tanta agua, pero seguimos perdiendo. En cualquier caso seguimos en la lucha. ¿Qué es una raya más para dos tigres?
sábado, 3 de diciembre de 2011
Estamos ya en Playa Blanca, habiendo sufrido ya los primeros problemas, una vez que sabemos que el carro va aguantando y nosotros también, la atención nos hace fijarnos bien en las consecuencias del tránsito por las pistas abrasivas de Lanzarote, por un lado los baches han hecho temblar la carga de tal manera que nos han reventado dos garrafas de agua, además alguna piedra nos ha rasgado una de las cubiertas, por lo que la situación es delicada, pero no preocupante ya que a grandes males grandes remedios, y el problema no es el problema en sí mismo, sino ser incapaz de resolverlo....hemos tenido que acercarnos a una tienda de bicis cerca del puerto y hemos podido conseguir repuesto, y con el agua la cosa está clara, o llueve tanto que con abrir la boca y mirar hacia arriba se nos llena o vamos tener que olvidar la autosuficiencia y comprar agua en garrafas más resistentes.....bien mirado, lo de la autosuficiencia no podría ser llevar un auto (el carro) con un rendimiento suficiente?.......no verdad?. Hala, que estamos disfrutando de lo lindo haciendo lo que nos gusta, ahora vamos en el barco camino de Fuerteventura, una vez allí toca alejarse de Corralejo y buscar echadero.....Buenas noches a todos.
Ya estamos en Uga!. Después de una buena cena y haber dormidos como niños chicos (toda la noche llorando) mientras caía algo de lluvia. Las sensaciones esta mañana son mucho mejores que ayer. Parece que vemos más viable avanzar a mejor ritmo que anoche, ya que, por otro lado, cada vez cargamos con menos peso (menos agua y comida que vamos consumiendo). Intentaremos subir alguna foto esta noche. Saludos a tod@s de Jóse y Sergio.
Hemos logrado volcar la imagen de a ruta seguida hoy. Salimos desde el mirador del río, en el municipio de Haría, llegando hasta la parte más ata de Lanzarote, las Peñas del Chache. Desde allí descendimos hasta Teguise para atravesar la llanura de Zonzamas dirección a Tiagua; para continuar hasta La Vegueta desde donde escribimos y esperamos despertar mañana.El tramo de ruta que falta no es porque fuimos abducidos ni porque dimos un salto, mucho más sencillo, nos olvidamos de poner en marcha el GPS.... Nos han salido unos 30 km.
Ya estamos en la cama....parece que el carro aguanta más de lo que pensamos...y nosotros menos!
La adaptación está siendo dura, creemos haber salido con cerca de 70 kg, por lo que decidimos coger más asfalto del pensado aprovechando la tranquilidad de las carreteras del norte de Lanzarote. Las previsiones de agua parece que son cortas, aunque mucha más hubiese sido imposible de cargar, esperamos encontrar algún pozo o aljibe salvador por el camino.
Buenas noches a tod@s.
viernes, 2 de diciembre de 2011
LANZAROTE - FUERTEVENTURA: DOS ISLAS, UNA AVENTURA.
Inspirados en la aventurera Rosie Swale, quien un día decidiera dar la vuelta al mundo utilizando para ello un carro de arrastre y sus piernas, mañana por la tarde darán comienzo a su andadura Jóse Bolaños y Sergio Espinosa. Tratarán de cruzar a pie desde el norte de la isla conejera hasta el sur de la majorera (cogiendo el barco para cruzar la bocaina...aunque todo se andará), con la peculiaridad de intentar realizarlo en completa autosuficiencia. Para ello dispondrán de un remolque de bici que han adaptado adecuadamente, en el que portarán aparte del equipo habitual de acampada, toda el agua y la comida que consumirán durante los cinco o seis días que estiman dure la travesía. Además de ésto, tratarán de ser autosuficientes también energéticamente, gracias a una placa solar y un minigenerador eólico que llevan conectado a una pequeña batería con la que pretenden cargar cámara de fotos, teléfono móvil y un ordenador portátil, todo ello con el fin de mantener a los bloggeros del Arista informados, tan a menudo como les sea posible, de sus avances por tierra de volcanes y playas. "Para certificar la total autosuficiencia hemos intentado convencer a algún notario, pero ninguno estaba dispuesto a seguirnos, por lo que sólo nos queda nuestra palabra de que esto sea así, lo más difícil va a ser pasar junto a algún bar y no parar a tomar café..."
"Es un viaje que afrontamos con tantas ganas y energías como incertidumbres, principlamente por el peso que llevaremos en el carro, algo más de 60 kg, no por tener que tirar del mismo, sino porque no sabemos si el remolque, diseñado para uso en bicicleta y por carreteras y pistas en buen estado, será tan guerrero como nosotros y soportará un poco más de la carga aconsejada de carga".
Para poder tirar del remolque han adaptado dos tubos a modo de mangos, que llevarán enganchados a un cinturón. "La idea es correr todo lo que podamos, mientras uno tira del carro, el otro aprovechará para hacerlo sin carga y apoyar en los momentos que lo requieran como tramos técnicos, subidas, bajadas. Intentamos construir un carro para la ocasión, utilizando para ello ruedas de bicicleta, las ventajas son de calidad, ya que, además de darle más altura al carro, la daría más resistencia y la posibilidad de instalr un freno para los casos necesarios.....pero el precio final era muy superior al del remolque, por lo que nos decidimos por éste último, pese a no saber si llegaremos tirando de él o cargándolo a caballito".
A lo largo de los próximos días, y si todo va sobre ruedas (y éstas aguantan sin romperse)serán Jóse y Sergio los que se encarguen en primera persona de actualizar la información. "Esperamos que nos funcione todo el tinglado eléctrico y que tengamos cobertura móvil para poder conoectarnos con el portátil a través del teléfono; nuestra intención es subir algunas fotos de la jornada, intetaremos también descargar los datos del GPS para poder reflejar la ruta que vayamos trazando"
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