lunes, 4 de febrero de 2013

DEL NEGRO AL BLANCO

Del negro, al blanco. De Canarias a Finlandia, más concretamente de Lanzarote y sus volcanes a Finlandia y sus lagos.
La RAJALTA RAJALLE – HIIHTO, es la prueba no competititva de esquí de fondo, por etapas, más larga de la que se tenga conocimiento. Y poco conocimiento debe haber, más o menos como el que tenemos los que nos hemos animado a participar.
La prueba consiste en atravesar Finlandia, desde la frontera rusa hasta la sueca, usando para ello como medio de desplazamiento un par de equís y empleando la técnica clásica. Se invierten siete días, siete etapas, de entre 44 y 86 km. La temperatura media ronda los 16º, una temperatura agradable si no fuera porque tales grados son bajo cero.
"De frontera a frontera" (esta sería la traducción del finés), es pues una travesía de algo más de 440 km que sigue una ruta cerca del Círculo Polar Ártico. Es un evento internacional al que asisten cada vez más, participantes de muchos países.
No recuerdo ahora cómo llegó a nuestra cabeza aquella prueba, supongo que leyendo por algún lado, pero sí recuerdo que desde entonces me llamó mucho la atención, tanto que aquí estamos ahora a escaso mes y medio de tomar la salida.
Se preguntarán que cómo entrenamos para la prueba. Quizá piensen que aprovechando las nieves del Teide, o la del Pico más alto de Gran Canaria, pero no, sobre todo porque las dos personas que asistiremos (Susana y Sergio) vivimos en Lanzarote. Y en esta isla, nieve, lo que se dice nieve, no hay. lo más parecido es la ermita de las nieves, que tampoco nos sirve de mucho. ¿Cómo entrenar entonces?: la preparación se ha basado en muchos kilómetros de asfalto sobre unos rollerski (llamados también esquís de asfalto), complementado con carrera a pie, trabajo específico de gimnasio con mucho ejercicio de transferencia y muchas horas de trabajo por nuestra parte y de paciencia por la de nuestras familias. Horas de entrenamiento nocturno para evitar el tráfico y la gente en las avenidas.



Los patines están diseñados para simular la técnica de esquí clásico, poseyendo las mismas fijaciones usadas para nieve, incluso las mismas botas, lo que cambia, claro está es el "chasis", en vez de tener una pala de esquí, posee un "cuadradillo" de unos 80 cm de longitud con dos gruesas ruedas adaptadas a las peculiaridades de la rugosidad de la carretera. Otra característica es que la bota solo va sujeta por su puntera a la fijación del patín, lo que permite levantar el talón al patinar. Y, por último, la rueda trasera posee un bloqueo que le impide rodar hacia atrás, así que solo podemos avanzar, sin miedo a retroceder sea cual fuera la inclinación de la pendiente....ah!, y no posee frenos! (de ahí lo de entrenar de noche para evitar a la gente en uno de los circuitos habituales, una avenida muy transitada durante el día).
La única toma previa de contacto con el esquí de fondo la haremos en breve, en ese momento seremos conscientes del nivel de "locura" al que nos enfrentamos. Si la cosa se complica, nos quitamos los esquís, nos los echamos a los hombros y nos ponemos a correr (en el reglamento de la prueba no dice nada al respecto...). ¡Quién nos viera!
Seguiremos contando, siempre que deseen seguir sabiendo.

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